LOS LOBOS DE LA CALDERONA II

LAS PARTIDAS CARLISTAS DE GÁTOVA.
AÑO 1839. PARTE FINAL

 

Gustavo Martínez Sánchez

(Montaje de texto y fotos by RMA)

La guerra seguía su sangriento curso. La extinción de la partida carlista de Gátova que ocupaba la sierra Calderona fue un gran alivio para los liberales. Pero su alegría aún fue mayor cuando, justamente el mismo día que emboscaron a Barba, el general liberal Juan de la Pezuela derrotó a Forcadell en Cheste con una caravana de carros llena de provisiones con los que reabastecer a sus compañeros del Maestrazgo perdiendo 600 hombres entre muertos y prisioneros junto con dos mil cabezas de ganado.

Pese a este descalabro las partidas carlistas, diseminadas por los montes y poblaciones, no cesaban su actividad ni aún en pleno invierno. Las incursiones eran continuas, sobrevivían gracias a esos saqueos, era vital llenar sus guaridas de avituallamiento.

 Es curiosa la nota de un diario a fecha del 7 de Enero de 1839:

Viscarro sigue saltando de pueblo en pueblo para comer y sacar los mozos, chupan la sustancia de los pueblos que es una maravilla…<<Que el general cristino nos deje comer siquiera hasta pascua; que de allí en adelante no necesitaremos de su permiso para sobrarnos todo>> Esto decía un oficial de la canalla en una casa de Almedíjar donde estuvo alojado no ha muchos días; y esto prueba cuán necesario es sitiar al enemigo por hambre y dejarlo debilitado antes de que entre la primavera”

“Idem 27.Esta mañana ha invadido la faccion de Forcadell á los pueblos de Algar, Altura, Algimia y Torres, de los que arrebataron todas las ollas á medio cocer que tenian los vecinos”

(Eco del comercio 10/1/1839)

Había una canción que solían cantar los carlistas con cierta sorna en referencia a estos hechos sobre la reina regente y el pretendiente:

“Cristina no pierde

y Carlos no gana

el soldado come

y el pueblo lo paga”

 

  Las tropas carlistas dominaban gran parte de las provincias de Valencia, Castellón, Teruel, Tarragona y Cuenca, y en las ciudades de Cantavieja y Morella había creada una sólida estructura militar. En Cantavieja había un centro de adiestramiento de reclutas, una gran cárcel donde mantenían a los prisioneros, una imprenta, talleres para la fabricación de uniformes, una fundición y fábricas de pólvora. Chelva seguía siendo base permanente y refugio seguro para las partidas que operaban en las comarcas, incluso disponía de un hospital.

 

 Con la desaparición de Barba parecía que el pueblo de Gátova ya no volvería a aparecer en los medios y que todo había acabado… nada más lejos de la realidad. En el diario El Guardia Nacional, el día 1 de Enero de 1839, ya aparece mencionado de nuevo, sobre unos hechos ocurridos unos días antes, ni en las fiestas navideñas iban a tener paz los vecinos de Gátova ni en los pueblos colindantes.

 

  Idem 1.º de enero. El comandante militar de Liria en comunicación de ayer manifiesta que una partida facciosa que habia pasado por Alcublas en direccion de la masia de Cucalon, estuvo en Gátova y Marines, cuyos concejales se llevó presos. Que otra partida bajó el dia antes a Casinos y tambien se llevó al alcalde.

 

No aparecen más datos sobre cuál era la facción que atacó Gátova y Marines, ni el desenlace de estos secuestros. Paradójicamente la muerte de Barba había dejado desprotegido al pueblo, él no hubiera permitido que ninguna partida de carlistas secuestraran a los concejales de su pueblo para cobrar el consiguiente rescate, a lo sumo hubiera dejado racionarse. El pueblo era su guarida y su despensa.

Gátova

La partida de Gátova ya era historia, pero los liberales no la olvidaban y seguían temiéndola, aparece de nuevo nombrada el 14 de Enero en el “Eco del comercio” :

  “Parece que una nueva partida de ladrones o facciosos, que es lo mismo, ha salido hoy al camino real de Murviedro robando y deteniendo a los pasageros. Los rebeldes no renuncian todavía a continuar los ensayos de la difunta partida de Gátova, prevalidos de la proximidad de la Sierra; y si no se toman medidas prontas, enérgicas y duraderas, los resultados serán funestos e incalculables”

 

  Pese a que al principio llegaron a  pensar que tan sólo eran un pequeño grupo de bandoleros, la presunta resurrección de la partida de Gátova hizo saltar todas las alarmas, desgraciadamente para ellos las noticias posteriores confirmaron sus temores…

  “ La canalla sigue por los alrededores de Segorbe y nuestras partidas volantes no descansan ni duermen. Los veinte caballos que habían bajado als Hostalets (Puzol) se retiraron a la Calderona; y parece que intentan domiciliarse  en aquellas asperezas para volver a resucitar y organizar la difunta partida de Gátova. Vaya de advertencia para las autoridades.” (El Atlante. Jueves 31 de Enero de 1839)

Salvo el robo de un carro repleto de bacalao en el mismo lugar de Puzol ,que era zona de paso hacia Murviedro (Sagunto), la partida de Gátova no vuelve a aparecer en los noticiarios hasta dos meses más tarde, el 18 de abril, y ahora sí por fin se desvelaba el misterio y aparece el nombre de un nuevo cabecilla dispuesto a ir a por todas y reunir a los supervivientes de la partida de Barba en Gátova, Marines y Olocau. La segunda partida de Gátova ya era una realidad.

  “ El nuevo cabecilla Antonio Hernandez vecino de Marines se presentó en Gátova al oscurecer, también de anteayer, y dijo que iba a recoger la gente que había quedado de la anterior partida de Gátova, que fue batida y deshecha por nuestras tropas, pasando á las doce de la misma noche el propio infame Hernandez á Marines, en donde recogió tres de la insinuada partida. Después de haber exigido raciones en ambos pueblos, pasaron los rebeldes a Olocau, en donde no causaron daño, cosa bien poco acostumbrada en ellos. Al amanecer salieron de Olocau hacia Portaceli, y en seguida entraron en dicho pueblo otros 23 facciosos preguntando por los anteriores, que juntos siguieron la marcha en dirección a Chelva” (Diario Mercantil, 18 de abril)

 

En base a estos datos, se sabe con certeza que la segunda partida de Gátova estaba compuesta por gente de Gátova y Marines y que el nuevo cabecilla, aunque en la primera noticia expresa que es de Marines, en las siguientes señala y reitera que es vecino de Gátova. Pero Antonio Hernández no mostraba el arrojo y la temeridad de Barba. Esto queda demostrado por la ausencia de hechos destacables en los partes y diarios del gobierno liberal. Hasta el 9 de Mayo no vuelve a aparecer mencionada y sorprende el hecho de que la nueva facción de Gátova se nutría de desertores de otras partidas descontentas con sus cabecillas. Era evidente que algo había cambiado…

  “Pero por otra parte la nueva facción de Gátova recientemente creada por un tal Hernandez del mismo pueblo, va tomando bastante incremento con los desertores de los antedichos batallones (De Cova y Montardit acantonados en Matet y Algimia respectivamente) sufren bastante deserción, a causa de que se les impone algo de rigor a fin de contener sus escesos, principalmente sobre robos, y no les acomoda sujetarse á una regular disciplina y subordinación…” (El Eco del comercio)

   Los pueblos estaban más que hastiados de los robos y saqueos de los carlistas, por lo que los jefes y cabecillas impusieron mano dura para contener a sus hombres, simplemente por el hecho de que sin las raciones que sacaban de los pueblos no podrían sobrevivir. Se sabe que los vecinos, aunque la mayoría incapaces de defenderse de los robos, ocultaban los suministros y cosechas en pajares y cuevas alejadas de los núcleos urbanos para evitar el pillaje.

Sorprende aún más el hecho de que en la segunda partida de Gátova hubiera un párroco junto a ellos, aunque no era tan extraño en otras partidas, llegando incluso algunos a ser cabecillas de ellas, siendo “Dios” uno de los lemas carlistas era lógico encontrar una adhesión de gran parte del clero a sus pretensiones.

  Así se desprende de la noticia que aparece en el “Eco del comercio” a fecha de 20 de mayo.

  Las secciones volantes de Segorbe y de Jérica hicieron una batida hasta la villa de Andilla, dispersaron la facción de Gátova trayéndose el caballo que montaba el cabecilla Hernandez, algunas mantas, armas y otros efectos, juntamente con tres prisioneros conduciendo tambien preso a un eclesiástico vicario de la Pobleta

  Salvo un tiroteo en un campo de olivos, poco después, cerca de Segorbe y la muerte de dos hombres de Hernández, no se dan a conocer más hechos de la segunda partida de Gátova. Pero la guerra, en general, no marchaba muy bien para los carlistas, los diarios dan constancia de muchas deserciones, cito textualmente uno de ellos: se halla la canalla muy descontenta con sus gefes, porque(desde) antes de navidad no les han pagado, y las raciones van muy mal, pues el dia que más reciben media…

Se empiezan a escuchar relatos de los presos posteriormente puestos en libertad que dan testimonio de que la moral de las facciones carlistas estaba muy baja, casi por los suelos. La construcción de dos imponentes fuertes por parte de las tropas del gobierno en Onda y Almenara los llenaba de temor… puede a poca costa quedar limpia la Plana y espedita la carretera desde esta a Castellón; de modo, que obligándose á la facción a vivir sólo en los montes del Maestrazgo y parte del bajo Aragón, indispensablemente ha de sufrir mucho en su fuerza numérica y en recursos… El fuerte del Collado, en Alpuente, construido por los carlistas lo han dado por inútil á causa de que como lo construyeron con el frio, ahora se va secando la muralla, y muchos trozos de ella se hallan próximos a caer por la fortaleza del sol… Aún más llamativa (y a la vez que curiosa) es la esperanza que tenían puesta en que un príncipe austríaco llamado Metternich (Klemens von Metternich) [político, estadista y diplomático austriaco, luego ministro de asuntos exteriores, acérrimo conservador opuesto hasta la médula a los movimientos liberales], que iba a llegar a España con un ejército de rusos y austríacos para ayudarles a derrotar al ejército cristino. Tal vez soñaban (o les hicieron soñar) que en cualquier momento desembarcarían en las playas de Peñíscola…así lo cuenta el Diario Mercantil de Valencia testimonio de uno de los presos: la facción no espera nada bueno; por lo pronto van abandonando sus rebeldes hordas los menos comprometidos…confirman los tales detenidos que las fortificaciones de Onda y Almenara, la presa de los fusiles y la tardanza en venir el príncipe Metternich con el refuerzo de los rusos y austriacos para ayudarles en su injusta causa; que los tienen muy desalentados y creen aun los mas obstinados que los engañan los que les imbuian tales paparruchas.

Mapa realizado por los jesuitas Carlos Martínez y Claudio De la Vega entre los años 1739 y 1743.

Sea por esto o tal vez por el desánimo que cundía por doquier, el cabecilla Hernández, comandante de la Segunda partida de Gátova, empezó a dudar seriamente de su lucha.  Debió darse perfecta cuenta de que estaban luchando para nada, que estaban cada vez más acorralados derramando sangre inútilmente, que aquella guerra era imposible de ganar… así que convocó en junta a sus hombres y tomó una decisión: Arrojaron las boinas a la hoguera. Los lobos de la Calderona (aunque no todos) terminaron por claudicar.

 

El comandante militar de Líria con fecha de ayer comunica la plausible noticia de haber dejado de existir por segunda vez la partida rebelde de Gatova, habiéndose presentado al indulto en número de 11 de sus individuos, según expresa la adjunta nota y retirándose los demás. Habiendo el cabecilla de dicha partida manifestado de antemano su intención al citado comandante de Líria don Andrés Martínez Cano, pidiéndole mandase alguna fuerza para acompañarle con los suyos desde Olocau donde se hallaban, hasta aquel punto; se apresuró a acceder a sus deseos, destacando al efecto al teniente don Miguel Osorio con cuatro nacionales movilizados y su fuerza, dandole las instrucciones oportunas tocante a la precaución que debía observar su negocio tan delicado. Apenas vieron a nuestra gente Hernandez y sus compañeros bajaron de las alturas y corrieron a abrazarlos, victoreando a nuestra inocente Reina; regresando luego al fuerte de Liria después de haber tomado un refrigerio en la más perfecta armonia.

  La lista de los presentados y del armamento con que lo han verificado es el siguiente:

 

   Comandante don Antonio Hernandez, fusil canana* y sable.

   Sargento Vicente Martínez, fusil y canana.

  Cabo José Castellano, fusil y canana.

  Cabo Vicente Pascual, fusil y canana.

  Soldado Vicente Sierra: fusil y canana.

   “    “       Miguel Sellés: fusil y canana.

   “   “       Manuel Oñate: fusil, canana y sable.

   “  “        Miguel Gil: Fusil y canana.

    “  “       Juan Güelas: fusil y canana.

    “  “       Manuel Agustin: fusil y canana.

   “  “        Pedro Pomirou: Fusil y canana.

 

Total 11

 

29 de mayo de 1839. Eco del Comercio 5/6/1839.

 

*Canana era una cartuchera donde guardaban la pólvora y las balas que los carlistas solían llevar ceñida al vientre.

 

 

Acogerse al indulto era una medida desesperada para lograr salvar la vida, era el último recurso de supervivencia para un soldado. La acción en sí era un perdón general… pero tenía un precio: incorporarse a las filas del que, hasta ese momento, era su enemigo. En el ejército español, de cualquier época y de cualquier bando, ni la deslealtad, ni la desobediencia ni la cobardía era tan infame y despreciable como la traición. Quizás la desesperación de Hernández y sus hombres había llegado al límite, quizás no pensase, o tal vez sí, en las consecuencias que este hecho podía acarrear, y como en todas las guerras, las victimas civiles siempre son las más perjudicadas. Los carlistas no iban a pasar por alto esta traición ni la iban a olvidar jamás.

 

Ayer (9 de junio) se presentó una partida de facciosos en el pueblo de Gátova y Marines, distantes tres leguas de ésta (Líria) y en el primero (Gátova) aprisionaron al regidor que hacía las veces de alcalde y su secretario el escribano Mariano Villaroya, y en el segundo (Marines) al alcalde y á Joaquin Gomez Reglá que hacía de secretario, y a pesar de que fue gran realista y de los que más se divirtieron asesinando liberales en 1823, nunca había querido marchar a la facción y permanecía en dicho pueblo de Marines sin tomar parte. Dichos presos fueron conducidos a Alcublas, y en una de las eras, después de las formalidades que acostumbran los defensores de la religión, fusilados los tres primeros, lo que no sucedió así con el ultimo, pues por su influencia le dejaron vivo, agregándole 200 palos sobre un tambor.

 El guardia Nacional. 16/6/1839.

 

La siguiente noticia es aún más esclarecedora, el pueblo de Gátova pagó con creces la traición de uno de sus vecinos. Para más inri, al día siguiente se presentó otra partida, (esta vez liberal) exigiendo más.

 

La fuerza que manda Arévalo, hizo paso por el desgraciado lugar de Gatova, y formando cargo a sus vecinos por la presentación a las armas nacionales de la partida enemiga de Hernandez que se organizaba en el mismo, como tambien de un parte que interceptó dirigido al cantón de Líria, hizo fusilar al alcalde, saquear el pueblo, exigiendo además una multa tan considerable que le ha arruinado para siempre.

  Al día siguiente se presentó en el mismo pueblo parte de la fuerza volante que manda Truquet exigiendo 1000 reales por atraso de cierto pago.

El Correo Nacional. 22/6/1839.

 

Días más tarde, concretamente el 11 de junio según el parte del comandante de Líria, Gátova se llevó otro tremendo susto al ver pasar por sus calles una fuerza rebelde de 1000 hombres con caballería y cuya dirección parece es hacia Olocau.

  Parece que Hernández buscaba venganza por lo que le habían hecho a su pueblo y no tuvo reparos en delatar a sus antiguos hermanos de armas, conocía su paradero, posición exacta, puntos débiles y cómo y cuándo atacar a sus guaridas. Eso explica el certero ataque que sufrió en las asperezas de la Calderona una facción carlista, tal vez compuesta por algunos de sus excompañeros. Según informan otros periódicos, el ataque se produjo a las 6 de la mañana.

  VALENCIA 12 de junio.-El comandante de la partida volante de esta provincia don Vicente Puchades, da parte desde Portaceli con fecha de ayer, haber alcanzado en el cerro de la Mata á los latrofacciosos abrigados en aquellas asperezas, logrando rescatar a dos rehenes que llevaban atados hasta el aposento de la suma que habían exigido, como igualmente cinco mulas, algunas armas y varios efectos de vestuario.

Cerro de la Mata. Foto de Raúl Campos. Xplorefilms76.

Transcurrieron varias semanas de relativa paz en el pueblo de Gátova hasta que volvieron a sufrir un nuevo ataque de los carlistas, esta vez a la iglesia. Fue el 2 de julio.

Notifica el gobernador de Segorbe de que los rebeldes se habían llevado preso, con objeto al parecer de fusilarlo, al patriota D. Ramón Esteban Mengot, cura párroco de Gatova, destaco anteayer al subteniente de la partida franca don Miguel Mundo* con 25 hombres, a fin de rescatarlo si era posible el cual salió y regresó a las doce de la noche, habiendo dispersado la canalla, libertado el cura, cogido un prisionero, una capa de caballería, algunos morrales y boinas.

El Corresponsal 9/7/1839

 

*Curiosamente Miguel Mundo fue el cabecilla de la partida liberal de Sot de Ferrer que participó, junto a la de Soneja, en la emboscada a la primera partida de Gátova comandada por Barba y que fue aniquilada en Chóvar.

No se sabe la causa ni porqué querían fusilar al párroco ni aparecen datos, aunque seguramente participara, de alguna manera, en la traición de Hernández. Tal vez fue él quien mandó la carta al cantón de Líria para mediar en el indulto.

Cuesta imaginar a Antonio Hernández,  comandante excarlista de la Segunda partida de Gátova, ataviado ahora con uniforme liberal, la cabeza cubierta por el chacó en vez de la boina blanca, y en sus hombros la insignia y charretera de subteniente, cabalgando al galope por los pinares de Portaceli a la caza de las facciones carlistas. Cuesta creer pero así parece que sucedió… 

 

Caballeria de Voluntarios Realistas. New York Public Library.

El brigadier segundo cabo de Valencia en comunicación de 16 del actual (16 de julio) participa que el subteniente de la compañía franca de aquella provincia D. Antonio Hernandez, que procedente de la facción se presentó á nuestras filas con toda su partida de Gátova en los últimos días de Mayo, dio alcance sobre Portaceli a una gavilla de facciosos, á la cual batió y dispersó, causándole la perdida de un muerto y cuatro heridos, y dos caballos, una mula, varias armas y otros efectos quedaron en nuestro poder.

El Corresponsal 20/7/1839

 

Días más tarde Hernández protagonizó otro ataque esta vez en el barranco de Moncada. Ya había otro cabecilla carlista ocupando su lugar en Portaceli, otro lobo al que él mismo dio caza. Él fue quien escribió el parte contando lo que sucedió…

 

_Columna volante de esta provincia (Valencia)_Partida en comisión._ En cumplimiento á la órden de V. en la que me previene ponga á su disposición al latrofaccioso de Portaceli Antonio Morelló, que fue aprehendido el 25 del actual; al llegar al barranco llamado de Moncada se han visto unos objetos dentro de un cañar: acto contínuo he mandado al cabo primero Pascual Gil con el soldado Juan Cuesas fuese á reconocer el mencionado cañar, quedándome yo con los individuos Manuel Oñate y Juan Picher custodiando el preso; mas antes de llegar los mismos á los objetos indicados, he visto que del referido cañar les han tirado dos tiros, que afortunadamente no han dado a ninguno; mas viendo yo esto; y el retirarse el indicado cabo y el soldado que fueron al reconocimiento, y perseguidos por unos 5 hombres armados; inmediatamente mande hacer fuego al preso, pareciéndome que serían sus compañeros que salían a quitármelo; y con todos me dirigí en persecución de ellos, que lo verifiqué por las huertas hasta cerca de Carpesa, á los que no pude dar alcance, y por ser entrada la noche me retiré. Todo lo que pongo, en cumplimiento de mi deber, en conocimiento de V. Moncada 28 de julio de 1839._Por el subteniente D. Antonio Hernandez, el cabo Miguel Melendez._Sr. D. Vicente Puchades, comandante de la columna volante de esta provincia. (El Corresponsal 2/8/1839)

 

La guerra no tenía muy buen cariz para los carlistas. El avance del ejército cristino era imparable. Bajo la dirección de Leopoldo O´Donell vencieron a los carlistas en Lucena, Tales y Chulilla. Pero el 31 de agosto sucedió algo que fue mucho aún más doloroso: El abrazo de Vergara.  Un tratado que se firmó en Oñate (Guipúzcoa) entre el general isabelino Espartero y el general carlista Maroto, que puso fin a la primera guerra carlista en el norte de España. El general Cabrera enfureció y lo tomó como una sucia traición. La traición de Vergara, lo llamó. Esto lo cambió todo. El general se quedaba prácticamente sólo en el Maestrazgo, sólo frente a todo el ejército nacional. Pero el “Tigre” no era de rendirse, ni tampoco los cabecillas más importantes que le acompañaban. Viscarro incluso ordenó fusilar a todo hombre que hablara de negociar con los liberales. Todavía eran dueños y señores del Maestrazgo y parte de Castellón y Cataluña. Algunos de los pueblos que tenían en su poder estaban muy bien defendidos y en posiciones casi inexpugnables, iban a luchar hasta el fin, a jugarse el todo por el todo. Alrededor de veinticinco mil hombres dispuestos a vender caras sus vidas…

Grabado 1840. Autor desconocido.

En noviembre el general Javier Azpiroz fue nombrado por el gobierno general en jefe de las operaciones para el exterminio de las partidas carlistas. El 19 de noviembre, apoyado por un impresionante tren de artillería, ocupó Chelva, Chulilla y Torre de Castro. Y para evitar el nuevo acantonamiento de los carlistas, destruyó por completo las fortificaciones.

En estas circunstancias parecía que la guerra ya estaba prácticamente sentenciada, pero a finales de noviembre ocurrió lo impensable, aunque cueste de creer: el resurgimiento de una Tercera Partida de Gátova. De ella se conocen los nombres de sus componentes y sus lugares de origen y, pese a su nombre, ninguno era de Gátova (que se sepa). Al parecer usaba el nombre de la legendaria primera partida del pueblo y/o del nombre de la sierra. Se sabe que se estaba organizando, que tenia intención de establecerse en la sierra Calderona y practicar sus incursiones en la huerta de Valencia. La única noticia que aparece sobre la Tercera partida es la emboscada que sufrió (casi idéntica a la que sufrió Barba) en la localidad de Foios, planificada y ejecutada por el viejo zorro incansable cazador de la Calderona, el peor enemigo de los carlistas en aquella zona: Vicente Puchades. La noticia en sí ocupa casi media página…

 

 

 

Parte recibido en la capitania general. Columna volante de la provincia de Valencia. _Excmo Sr; Con noticias que tuve por medio de mis confidentes de que una partida de rebeldes debia bajar a los pueblos de Foyos y Carpesa, dispuse que la columna de mi mando se dividiese en tres secciones colocándolas en las avenidas que creí oportunamente para atacarla; efectivamente á las diez de la mañana de ayer 22 se avistaron los enemigos en el término del citado pueblo de Foyos, punto donde se hallaba colocada la sección que mandaba el sargento segundo Antonio Casanave, la que sin mirar el número la atacó, y en muy poco momento logró matarles siete y hacerles ocho prisioneros, incluso el cabecilla que los mandaba José Malena (a) Cabrera, titulado capitán comandante encargado de las partidas de aduaneros, y hecho además aprehension de 19 fusiles, una porción considerable de municiones, cananas, capotes y otros efectos de guerra.   

  Este hecho de armas Excmo. Sr. Aunque de poca entidad atendidos mis deseos, es de suma importancia en razón a que el cabecilla prisionero se hallaba autorizado por su gefe para la organización de una columna en el término de Gátova y Portaceli que formada hubiera dado mucho que hacer, tanto en aquel territorio y camino real que conduce desde esta capital á Murviedro, cuanto que hubiese mantenido en continua alarma á todos los pueblos de la huerta en aquella dirección. Por mi parte estoy en un todo satisfecho con solo merecer la confianza de V.E.; pero no puedo menos que recomendar el particular mérito contraido por el sargento Casanave por su valor y decisión, teniendo anteriormente prestados muchos e interesantes servicios á la causa nacional, así como lo hago tambien a la tropa que lo acompañó en esta jornada. Dios guarde á V.E. muchos años. Calle de S. Vicente 23 de noviembre de 1839.- Exc. Sr. Vicente Puchades.

 

  Lista de los individuos facciosos aprendidos el dia 22 de noviembre de 1839 en el termino de Foyos.

  Capitan comandante encargado de las partidas aduaneras José Malena (a) Cabrera, natural de Geldo.

  Juan Salvador, id. de Chulilla

  Manuel Aguilar, id. de Altura.

  Manuel ventanilla, id. De Andilla.

  Luis Sanchos, id. de Sangüesa.

  Ventura Fernandez, id. de Córdoba.

  Isidro Gimeno, id. de Segorbe.

  Mariano Casero, id. de Olocau.

 

     MUERTOS

 

Joaquin Mateu, id. de Andilla.

 José Parreño, id. de Murcia.

 Juan Picher, id. de Olocau.

 Francisco Roca, id. de Moncada.

  José Palau. (a) Bort, id. de Vinalesa.

 Joaquin N., boticario, id. de Betera.

 José N. de esta vega.

 

El Corresponsal (Madrid) 29/11/1839

 

 

 

 

 

El desenlace final de aquella sangrienta guerra todavía iba a durar unos meses. El general liberal Espartero, procedente del Norte, llegó en febrero de 1840 con cincuenta y cinco mil hombres y decantó definitivamente la contienda. Una a una fueron cayendo Aliaga, Bejís, Alpuente, Cantavieja y finalmente Morella. El general Cabrera, junto a sus inseparables lugartenientes y seis de sus batallones, emprendió la retirada hacia el Norte cruzando el río Ebro y consiguieron llegar hasta Francia. Viscarro, Arévalo y Forcadell siguieron al general hasta el país galo.

 

Por fin los pueblos y comarcas asoladas por la guerra pudieron respirar tranquilos. Se desconoce si todavía resistieron partidas de carlistas en los montes, es muy posible que sí, pero no debieron durar mucho. La Calderona siguió siendo nido de bandoleros como lo fue ya desde tiempos del Cid y mucho antes.

Foto de Raúl Campos. Xplorefilms76.

Así acabó la guerra y la triste historia en la que Gátova acaparó los titulares de los periódicos y que dejaron en el pueblo una profunda y amarga herida. Aquella contienda sembró un odio que todavía iba a perdurar. Años más tarde hubo dos guerras carlistas más que desangraron de nuevo a España… pero eso ya es otra historia.

 

Gustavo Martínez Sánchez – Gátova, 23/05/2023.

(Montaje de texto y fotos by RMA - Julio, 2023)

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